Las murallas romanas de Nîmes son de las de mayor tamaño de la Galia romana. Fueron construidas entre los años 16 -15 a.C., con un perímetro de 7 Km. y una altura de 9 m. Contaba con una docena de puertas de acceso y unas ochenta torres defensivas. La Puerta Auguste (o Puerta de Arles), por la que pasaba la vía Domitia, es una de las principales entradas de la ciudad antigua. Se compone de dos arcos centrales destinados a los vehículos, enmarcados por dos arcadas más pequeñas para los peatones. En su origen, la puerta fortificada estaba flanqueada por dos torres.

Entre las torres destaca la Torre Magna. Se construyó en torno a una torre de piedras cosntruida por los galos en la cima del monte Cavalier de la que no queda ningún vestigio. De forma regular octogonal, se componía hacia el año 15 antes de nuestra era de tres plantas que iban disminuyendo de diámetro respecto a la anterior y edificadas sobre un basamento.
Actualmente, la última planta ha desaparecido y la torre tiene una altura de 32 metros. La función original de la torre ha sido objeto de numerosos debates. Las teorías incluyen una torre de vigilancia, una estructura defensiva o incluso una demostración del poder Romano

