Según la obra del historiador Gilles Sauron, la Maison Carrée es la síntesis arquitectónica y estilística perfecta de las obras oficiales de Roma. Por un lado, se inspira en el templo de Marte Ultor (Marte Vengador) dedicado por Augusto, entonces Octavio, al dios guardián del honor, tras su victoria sobre los asesinos de Julio César.  Esta inspiración se puede reconocer en la decoración de orden corintio de las columnas adosadas, los capiteles y los detalles de su entablamento.

Del templo de Apolo en el circo o Apolo Sosiano destaca la planta pseudoperiptera y el esquema arquitectónico.

Por último, también toma como referencia el Altar de la Paz, o Ara Pacis, construido por Augusto en honor a la diosa de la paz.

La decoración compuesta por volutas de acanto se encuentra en el friso monumental de la Maison Carrée. El estilo corintio augusto muestra una evolución naturalista, especialmente desarrollada en la representación decorativa de las plantas. Su forma y su estética refinadas caracterizan los detalles

El culto imperial adoptaba un perfil cívico para todos los actos de la vida pública. Tomas de posesión de los magistrados, espectáculos... Toda reunión pública estaba asociada a la celebración del emperador. El Imperio Romano se componía de provincias gestionadas por un gobernador, nombrado por la administración imperial. Los retratos del emperador y los miembros de su familia se exhibían en todos los lugares públicos y en los templos dinásticos.

 Desde la época de Augusto, se veneraba el genio del emperador, una representación del emperador considerada como divina presente en cada ciudad romana. Este culto al genius augusti ofrecía a las provincias la posibilidad de demostrar su apoyo al emperador, a su familia y al imperio. En Nimes, se realizaba en la Maison Carrée.

Como en todos los templos romanos, solo los sacerdotes podían entrar a la cella, la sala en la que se encontraban la o las estatuas de culto.

Las ceremonias tenían lugar delante del templo, en presencia de la población. Consistían en una ofrenda de vino e incienso, complementada en ciertas ocasiones importantes por un sacrificio animal. El culto imperial estaba inserto en el calendario de la religión pública, controlado por el emperador como gran pontífice, y por ello se asociaba regularmente a los ritos dirigidos a las divinidades.

La Maison Carrée se encontraba en ela parte más importante de la ciudad romana, el foro. Este era el espacio central de un ciudad que surgía en la confluencia de las dos calles más importantes de la ciudad el Cardo Máximo y el Decumano Máximo. En este espacio se ubicaban los principales edificios públicos como templos dedicados al culto imperial o a la tríada capitolima ( Júpiter, Juno y Minerva) , basílicas y otros edificios dedicados al gobierno de la ciudad. El foro solía estar delimitado por un patio porticado como el que muestra la maqueta  que puedes ver en el museo.