La villa romana (en latín villa, plural villæ. "casa de campo, granja" originalmente era una vivienda rural cuyas edificaciones formaban el centro de una propiedad agraria en la Roma Antigua. Se convirtieron en grandes residencias aristocráticas que combinaban funciones residenciales y productivas. Es el modelo de explotación agropecuaria que integra la vivienda del propietario, las de los servidores y otras construcciones necesarias como graneros, establos, cuadras, etc.
La villa rustica romana se dividía en dos sectores: la Pars urbana (zona residencial, destinada al dominus y su familia) y la Pars Massaricia, que a su vez se dividía en Pars Rustica (zona destinada a los trabajadores de la hacienda) y Pars Fructuaria (zona destinada a la elaboración de los productos).

