Domingo, Mayo 05, 2024
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La industrialización

Expansión de la revolución industrial  por Europa

 

La revolución industrial comenzó más tarde en el resto de Europa, debido a las diferentes condiciones políticas y económicas de los países.

a)      Bélgica. El proceso de industrialización no se inició hasta su separación de Holanda, en 1830. Fue pionera en el proceso industrializador del continente gracias a su tradición industrial. Flandes contaba desde la antigüedad con un importante sector textil, Lieja era famosa por sus manufacturas metálicas y Namur estaba reconocida como un gran centro siderúrgico. Su crecimiento económico se basó en la minería del carbón, la posesión de reservas de materias primas y la laboriosidad de sus habitantes. Bélgica fue el único país que, a mitad del siglo XIX, contaba con una completa red ferroviaria. Su desarrollo industrial se vio favorecido por un sólido sistema bancario y un fuerte apoyo estatal.

 

b)      Francia. La lenta industrialización francesa se impulsó a partir del 2º Imperio. Los impedimentos al proceso industrializador fueron:

  - La Revolución Francesa consagró el reparto de la tierra entre los campesinos. Ello provocó una escasa capitalización y poca emigración del campo a la ciudad.

  - La demografía francesa fue distinta a la inglesa, la tasa de natalidad era más baja dado el control voluntario de nacimientos debido al sistema de división hereditaria de la tierra.

  - La movilidad de capitales fue menor, en Francia predominaron los rentistas frente a los inversores.

  - Los consumidores de la industria eran las clases altas por lo que la industria no se dedicó a conseguir la masificación sino la calidad de los produtos. Esto obligó al estado francés a adoptar medidas proteccionistas.

  -  El papel del estado fue intervencionista, al contrario de Inglaterra

 

c)      Alemania. Se caracterizó por una tardía industrialización, aunque con más fuerza que en los demás países europeos. El desarrollo industrial se consiguió al producirse la unificación económica y política, aunque frenada en sus inicios por las barreras aduaneras de los distintos principados. El primer avance se produjo en 1834 con la unión aduanera (Deutscher Zollverein) entre los principados más importantes, y recibió un nuevo empuje en 1850, con la desaparición de la servidumbre, que favoreció la aparición de mano de obra industrial. Tuvo una importancia vital para el desarrollo económico la unión política conseguida por Bismarck en 1871, que impulsó la construcción de vías férreas, tan necesarias para facilitar intercambios comerciales.. El desarrollo de la industria química y eléctrica, impulsadas por una serie de inventos y la aparición de colorantes sintéticos que revolucionaron la producción textil, dio lugar ala creación de empresas tan importantes como la Siemens y la AEG, en el sector eléctrico; la Bayer, en el sector químico, o los grandes complejos siderúrgicos de los Krupp o los Thyssen. Todo este esfuerzo económico consolidó a Alemania como potencia económica. Su gran expansión industrial entre 1890 y 1914 se vio favorecida por una buena organización financiera y un sólido sector bancario.

 

d)      Rusia. La industrialización en Rusia se produjo tardíamente, debido al inmovilismo político. Uno de sus principales promotores fue Serguéi Witte, ministro de Hacienda, pero el modelo de industrialización adoptado no tuvo nada que ver con los modelos inglés, francés o alemán. Se consolidó sobre la base de un gran intervencionismo estatal y permitiendo la entrada a inversores extranjeros, que desempeñaron un papel especialmente importante en el proceso de industrialización. Uno de los principales objetivos fue crear una fuerte infraestructura para explotar los yacimientos de hierro, carbón y petróleo de la zona de los Urales y Ucrania,.

 

 

e)      España. En España no se puede hablar de industrialización hasta bien entrado el siglo xx. En todo caso, existió un proceso de industrialización parcial en Andalucía, Cataluña, País Vasco y Asturias. España parecía querer incorporarse al proceso de industrialización imperante en Europa, pero los problemas internos y la crisis de 1898 frenaron esa iniciativa. Al dar prioridad a otros asuntos frente al desarrollo industrial, los gobiernos dejaron en manos de iniciativas extranjeras la explotación de los primeros complejos industriales. Compañías belgas, inglesas y francesas intervinieron en este proceso. La siderurgia se introdujo a mitad del siglo XIX en Andalucía, explotándose minas de cobre y de hierro, con la consiguiente instalación de altos hornos en Marbella y Sevilla. Hacia los años setenta, el eje industrial se desplazó hacia el norte, hacia Asturias, el País Vasco y Cataluña, donde se estableció una industria mayoritariamente textil, que ya se había iniciado en el primer tercio del siglo.

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