El gobierno republicano es aquel en que el pueblo, en cuerpo o solo parte de él, ejerce la potestad soberana [...] el monárquico es aquel en que gobierna uno solo, pero con arreglo a leyes fijas y establecidas [...] el despótico es aquel en que uno solo, sin ley ni regla, lo dirige todo a voluntad y capricho [...] la república en donde [...] el poder soberano está en manos de parte del pueblo [...] tiene una aristocracia [...]
En los Estados populares, es decir, en las repúblicas democráticas, se necesita el resorte de la virtud. La moderación es el alma de los gobiernos aristocráticos; mas entiéndase que me refiero a la que está fundada en la virtud, no a la que nace de la cobardía o pereza del alma [...] En cambio en las monarquías la política produce las mayores cosas con la menor virtud posible.
Montesquieu. El espíritu de las leyes.